domingo, 23 de agosto de 2015

La playa

Si hay algo de moda que me gusta del verano son las sandalias y los bikinis. Unas sandalias bonitas, de tacón, con las uñas pintadas de los pies, para ir a cenar, ¡me vuelven loca! Pero también unas sandalias planas, para descansar de los tacones y pasear, y hacer turismo, y dejarse llevar...Y andar despreocupada o hacer una escapada, estos son también "placeres de verano".

Y los biquinis también me encantan, a pesar de lo que me cuesta encontrar uno que le quede bien a mis curvas -con esas mini braguitas que hacen ahora de la talla 34-. Esto de las curvas es otro cantar. Pero el otro día decía una chica que "la playa nos iguala a todos" y, en parte, es verdad. Puede que tu biquini sea muy caro o estés en una playa más lejos o más bonita, pero al final ahí estamos las dos, tumbadas al lado, tomando el sol, el mismo sol.

Cada una con sus defectos y sus complejos. Seguro. No conozco a nadie que no tenga alguno, que no quiera estar mejor, ser más alta, más guapa, más baja, más delgada...Tú vas a la playa, sin ropa que te camufle los defectos, pero resulta que la de al lado tiene más celulitis, y el de atrás más barriga, y la de delante menos pecho...y ahí estamos todos, con nuestros defectos al sol.

Ojo, que también hay cuerpos esculturales que lucen en verano el trabajo del gimnasio en invierno. ¡¡Esos sí me dan envidia!! Envidia sana. Es entonces cuando les miro y pienso: "este septiembre me apunto yo y el próximo año luzco así de estupenda....", pero mientras me voy a pedir otro helado. ¡A seguir disfrutando!



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