Una semana con el país en estado de alarma, sin salir de casa y teletrabajando. Cuando la situación es excepcional como ésta, surgen respuestas extraordinarias. O así debería ser, aunque siempre existe la excepción que confirma la regla -vamos, el garbanzo negro del cocido-.
Y excelente es la respuesta de mucha gente, cada uno aportando lo que puede, creatividad a raudales por las redes, memes y chistes para hacernos reír un poquito, solidaridad desde los balcones, juegos, clases abiertas y gratuitas de todo tipo en internet, recomendaciones y consejos...Porque como decía aquella canción de Mecano refiriéndose a la Nochevieja "hacemos por una vez algo a la vez".
Excepcional por supuesto el trabajo de tanta gente de la que dependemos ahora, sanitarios, pero también la señora de la limpieza, muy expuesta y más olvidada. Cajeras de supermercado y reponedores de alimentos, pero también hay que volver los ojos al inicio de la cadena, agricultores y ganadores, transportistas...
Hay muchas más profesiones que no quiero citar porque me voy a olvidar de alguna, pero quiero barrer para casa y recordar también a los quiosqueros y periodistas. Ellos también van a la redacción, al plató de televisión o a la emisora de radio para informarte constantemente, o están en casa inventándose la manera de teletrabajar porque el derecho a la información es un servicio público. Informar...y entretener, que los picos de la tele el fin de semana pasado adquirieron cotas históricas.
¡Y las redes! Tantas veces demonizadas, que si pasamos mucho tiempo conectados, que si no son buenas las pantallas...¡pero si ahora estamos todo el rato enganchados al móvil! ¿Te das cuenta de la cantidad de cosas que se pueden hacer on line? Desde teletrabajar, una videoconferencia, un curso a distancia, talleres y juegos, manualidades, seguir una clase, hacer deporte, la llamada a tus padres, incluso la quedada para salir a aplaudir.
Por último, aunque esto suene mal, si no fuera por el carácter de incertidumbre, incluso de miedo...es una época histórica. Algo que estudiarán tus hijos, hoy encerrados sin entender por qué. Siempre recordaremos qué hacíamos estos días (como cuando nos preguntan por el 11-S o el 11-M), así que aprovéchalo. Dale una respuesta extraordinaria a este momento excepcional.
viernes, 20 de marzo de 2020
domingo, 8 de marzo de 2020
Un día más
Ni un día más.
Se secó las lagrimas, labios de carmín. Zapatos de tacón.
Pisando fuerte, como dice la canción.
Salió fuera a comerse el mundo, se lo merecía.
Creyéndoselo. Haciéndose visible.
Callada no estaba más guapa. Y habló. Alto y claro, como debió hacer antes.
En el fondo le temblaban las manos con sus uñas de color.
Pero disimuló. Ya lo había hecho antes. Cuando se callaba.
Volvió a soñar. Soñó que podía hacerlo.
No fue fuerte ni valiente.
Solo se oyó. Escuchó su voz interior. La que le dijo que ella no se rendía.
Que era capaz.
Solo se lo creyó. Se valoró. Se empoderó.
No era 8 de marzo, no hacía falta.
Es cualquier día. Uno más.
martes, 3 de marzo de 2020
Comer sano
Confieso que no sé muy bien cómo enfocar este tema de alimentación que quería tratar en mi blog, así que voy a plantearlo en plan debate si queréis dejarme algún comentario. Quería hablar desde mi propia experiencia de que comer sano me parece más caro, pero cuando brujuleas por internet te dan todos los argumentos para demostrarte que no.
Yo sólo sé la de veces que voy a la frutería y lo que gasto en cada ocasión. Y es una pena cuando luego ves a los agricultores manifestándose por la miseria que les han pagado a ellos.¿Dónde se ha quedado mi dinero?
Verdaderamente creo que algo hacemos mal. Por un lado la comida saludable parece una moda, cuando no debería ser así, volver a la dieta mediterránea, intentar cumplir las cinco piezas de fruta al día (mira que es difícil, a mí no me da la vida para tanta recomendación sana)... y por otro lado, las ofertas de las cadenas de comida basura tiran los precios por lo suelos. Casi te empujan a caer en la tentación. Y con la salud no se juega.
Lo peor de todo es que debería ser un hábito común y no una foto en instagram, un estilo de vida como se suele decir, pero no todo el mundo tiene la misma cartera ni el mismo conocimiento -y paciencia- para leer los etiquetados. Y si se trata de volver al origen, a comer lo que se cosecha, los productos frescos que no vienen envasado, creo que sería justo que el agricultor se llevase la mejor porción del pastel.
Y tú, ¿crees que comer sano es más caro? ¿Cuánto pagas por tu cesta de la compra? Me encantará saber tu opinión.
Yo sólo sé la de veces que voy a la frutería y lo que gasto en cada ocasión. Y es una pena cuando luego ves a los agricultores manifestándose por la miseria que les han pagado a ellos.¿Dónde se ha quedado mi dinero?
Verdaderamente creo que algo hacemos mal. Por un lado la comida saludable parece una moda, cuando no debería ser así, volver a la dieta mediterránea, intentar cumplir las cinco piezas de fruta al día (mira que es difícil, a mí no me da la vida para tanta recomendación sana)... y por otro lado, las ofertas de las cadenas de comida basura tiran los precios por lo suelos. Casi te empujan a caer en la tentación. Y con la salud no se juega.
Lo peor de todo es que debería ser un hábito común y no una foto en instagram, un estilo de vida como se suele decir, pero no todo el mundo tiene la misma cartera ni el mismo conocimiento -y paciencia- para leer los etiquetados. Y si se trata de volver al origen, a comer lo que se cosecha, los productos frescos que no vienen envasado, creo que sería justo que el agricultor se llevase la mejor porción del pastel.
Y tú, ¿crees que comer sano es más caro? ¿Cuánto pagas por tu cesta de la compra? Me encantará saber tu opinión.
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