Hoy comienza la Semana Santa y para una ciudad como Valladolid podríamos decir que es el momento cúlmen. Valladolid me gusta en muchos momentos del año, pero si de algo estoy orgullosa es de las procesiones de Semana Santa y de sus pasos. Las tallas de Gregorio Fernández y Juan de Juni, acompañadas del silencio de los cofrades, es algo que tienes que venir a verlo para entenderlo.
Me gusta hacer turismo y que el turista venga a mi ciudad en esta época. No será la primera vez que ayudo a algún despistado a buscar una procesión o le recomiendo cuál es la mejor. Pero también entiendo que vivirlo es algo de tradición. En Valladolid está en el ambiente, en los colegios explican las cofradías, hacen manualidades con los hábitos de los cofrades, te llevan al Museo de Escultura a que veas las tallas, te compran una palma el Domingo de Ramos desde que tienes uso de razón, te sientan en un bordillo y observas los pies descalzos o te ponen una manta en la silla mientras ves pasar la procesión.
Yo lo he vivido de muchas formas, desde fuera, desde dentro, de acompañante, enseñándosela a amigos turistas...pero sobre todo, desde pequeña. Me he despertado con el sonido de las trompetas porque teníamos dos cofradías debajo de casa y ese es un recuerdo imborrable, junto con mi palma y mi ropa nueva porque "si no estrenas en Domingo de Ramos, te cortan las manos". Así que continúa esta tradición, al margen del componente religioso, ven a visitarnos, patea la ciudad viendo procesiones, respeta el silencio, admira a los penitentes, contempla esas tallas que parecen de verdad, entra en las iglesias y pregunta lo que no sepas que seguro que algún buen vallisoletano te explica orgulloso nuestra semana por excelencia.
Estoy contigo Sara. Hay que mantener nuestras tradiciones. Disfruta la Semana Santa.
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