Normalmente se siente admiración por un actor, un cantante, un deportista o un escritor. Por alguien que tiene un don, del que tú careces, o que reconoces que lo hace mejor que tú. El diccionario define admiración como "valoración muy positiva de una persona o una cosa por sus extraordinarias cualidades". Así que también se puede sentir entusiasmo por la forma de ser de las
personas, sus valores, su personalidad. Así, te puedes fascinar con su
fuerza de voluntad, su bondad, su buen hacer, su paciencia, su
educación...
Este fin de semana sentí eso, de nuevo en el mismo evento que otros años, volví a admirar ese tesón, esa capacidad de superación de los deportistas y la paciencia de los acompañantes. Pero también admiré la capacidad de trabajo de muchos de los que estaban allí, el altruismo de los voluntarios, el trabajo de médicos y masajistas, el speaker que no paró de animar, los niños que miraban con orgullo a sus padres, los amigos que preparaban sorpresas en meta, el compañerismo y el apoyo que mostraban entre todos. La humildad de los ganadores, la disciplina que habrán tenido todo este tiempo de entrenamiento, la perseverancia y el sacrificio pero también el entusiasmo, el esfuerzo y el compromiso.
El lunes en una reunión de trabajo también admiré algunas de esas cualidades, sobre todo la ilusión, el compañerismo y el respeto. Eran palabras que creía olvidadas en ambientes laborales la verdad. Hay muchas frases motivadoras por internet pero ésta de Steve Jobs creo que es muy real, por lo menos para mí que soy muy "transparente".
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