Ahora que volvemos a la rutina me parece apropiado este post por la cantidad de palabras extranjeras que usamos a diario, casi sin darnos cuenta, a pesar de que la mayoría no domina(mos) el inglés, y peor aún, las tenemos en nuestro idioma.
Con la vuelta al trabajo de septiembre comienzan los meeting, la bandeja llena de emails por contestar en nuestro smartphone, estaremos permanentemente online, pincharemos links por doquier, entregaremos tareas con deadline y seguiremos el planning. Trabajaremos full time... o free-lance. Sin mobbing, por favor.
Dejaremos momentos de ocio, para nuestro hobby preferido, quizás ir de shopping o ver el basket en el pub y rogaremos que no nos hagan spoiler de nuestra serie preferida o del último thriller, que seguro veremos en el late-night en la televisión.
¡Qué decir de la ropa! Se acabó el after sun y los shorts, vestiremos outfits oversize, quitaremos la ropa que está out, buscaremos un buen look de sport. Nos haremos un selfie con nuestro atuendo más street style, al más puro marketing influencer, y realizaremos zoom en la pantalla.
Atrás quedó el verano, cuando hicimos check in en el hotel, hubo overbooking y fuimos al camping con jacuzzi y topless, tendremos jet lag, se nos habrá olvidado la password del ordenador y hasta alguna persona del staff, volverán los speech y las colas en el parking, necesitaremos un coach y un personal trainer y volver al running y a comer light en el self-service.
Áún estamos en shock. KO.
Pero todo OK.