Por muy de moda que esté no lo entiendo, no seré yo -con lo friolera que soy- la que pase frío por lucir los tobillos en invierno porque no le veo sentido. ¡Con lo que me gustan a mí las botas! Claro que serán las que luego en verano vayan con botas en vez de en sandalias. El mundo al revés... Digo lo del calzado porque me llama mucho la atención, pero ocurre lo mismo cuando las veo con unas blusitas finitas que no me las pongo yo ni para una oficina o con una cazadora vaquera o de cuero que te deja al aire los riñones.
Y ya otro cantar son las medias. Mi apuesta son las medias tupidas cuando me pongo falda porque presiento que voy a poder soportar el frío, por eso no entra en mi cabeza salir a la calle con 3 grados sin medias. Dicen que para presumir hay que sufrir y será que las famosas no sufren poque se bajan de un coche, posan cinco minutos en un photocall y entran a una gala donde tendrán la calefacción a tope. Pero el resto de los mortales vamos a la compra, a trabajar y a tomar algo por la noche y hace frío.
No sé si compensa estar con esa cara desencajada sólo por lucir piernas -que por otra parte están blancas, y si me apuras con carne de gallina-. Porque, por lo menos yo, cuando estoy pasando frío me pongo de mala leche...digamos que se me congela la sonrisa.
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