lunes, 14 de noviembre de 2016

Noviembre


Noviembre empieza con un día de fiesta y termina casi pensando en el puente de diciembre, que no está nada mal. Empieza con los buñuelos, las flores, los disfraces de Halloween y termina anhelando unos días de descanso.

Noviembre trae el frío y las nieblas de Valladolid, te hace caer en la cuenta de que el otoño desapareció en un suspiro y te hace sacar el abrigo del armario. Sólo las hojas secas te recuerdan esa estación corta, de cambio, porque noviembre ya casi es invierno, al calor de las bufanda, el sofá y la manta, es calor de hogar.

Noviembre pone los platos de cuchara en la mesa, esos cocidos y esas sobremesas familiares de domingo. Te invita a comprar castañas calientes y pensar en Navidad, ver poner las luces en la calle y esperar al encendido.

Noviembre trae los catálogos a tu buzón, las tiendas se adornan esperando el milagro de la Navidad, los niños empiezan a pensar en su carta de juguetes y el supermercado a colocar sus estanterías dulces. Parece que todos se empeñan en suprimir este mes y adelantarse a diciembre...y, aunque a mí me gusta, tiempo al tiempo.

Noviembre trae la calefacción, las tardes tranquilas, la televisión, el cine, los libros, los álbumnes de fotos, las manualidades, las escapadas. Noviembre para mí es transición, un mes tranquilo... que huele a diciembre.

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