lunes, 30 de noviembre de 2015

Valladolid

Ya lo digo en mi perfil, soy muy de Valladolid. Esto quiere decir que me gustan muchas cosas de mi ciudad y presumo de ellas -otras no, por supuesto, pero esas las obviaremos de momento-. Dicen que somos fríos como el clima, secos de primera impresión, pero cuando se nos conoce somos leales, de fiar, de tradiciones.

El clima dice mucho del carácter de la gente y en Valladolid hace mucho frío, esto genera impronta desde pequeños. Si hay algo típico de Valladolid son sus nieblas, si no lo has visto nunca te costará entender que no veas el edificio de enfrente aunque sea una iglesia enorme. Y que se pase así horas, hasta bien entrada la mañana, muchos días seguidos, ocultanto ese maravilloso sol que cuando se quita la niebla brilla en un cielo azul aunque esté helando. Sí, es muy peligroso, sobre todo para conducir, pero a mí me gusta. Me encanta ese Valladolid fantasmagórico bajo la niebla, quizás porque es tan típico, tan nuestro. Y otro efecto metereológico que me encanta es la cencellada. Esas preciosas fotos con un manto blanco, que no nieve, son únicas.

Me gusta vivir en Valladolid. Me gusta que no sea una ciudad excesivamente grande ni demasiado pequeña. Me gustan sus monumentos, San Pablo y la Universidad son mis preferidos. Me gustan las tradiciones, presumo de la Semana Santa, de la Seminci y los Pingüinos, aunque no sea motera. Animo al Pucela y al Balonmano Valladolid, y aunque no soy de rugby, alardeo de tener esos equipos campeones.

Me gusta salir de tapas, me encanta el lechazo y el pan con denominación de origen. Me gusta que fuera capital del reino, que aquí se casaran los Reyes Católicos, la historia del bautizo de Felipe II, que muriera Colón, que tuviéramos a Delibes y a Zorrilla, que Concha Velasco sea de aquí, como Lola Herrera o Emilio Gutiérrez Caba.

Me gusta que tengamos una playa en el Pisuerga y los caldos de Rueda, Cigales y la Ribera del Duero, aunque a mí no me guste el vino. Vivo la Semana Santa, me da un escalofrío de orgullo pasar con la procesión por esa Plaza Mayor iluminada abarrotada de gente. Es el momento en que más invito a la gente de fuera a venir, aunque también puedes venir a ver esas nieblas y la cencellada o las luces de Navidad o a tapear o a las fiestas o..

Así que sí, como decían en aquella película: "soy una muchachita de Valladolid". Una orgullosa vallisoletana.



No hay comentarios:

Publicar un comentario