domingo, 12 de noviembre de 2017

Sentimientos

Quizás porque la comunicación esté poco valorada -ya lo dije aquí- o porque los que trabajamos en este mundo valemos un poco para todo, hay mucha gente que se olvida del trabajo que hay detrás cuando las cosas salen bien. Quizás es porque tan pronto escribimos, que hablamos en público, que hacemos unas fotos, porque sabemos un poco de protocolo, otro de marketing, otro de relaciones públicas... No estamos ajustados a un departamento concreto, sino que abarcamos todos en el organigrama de una empresa.

Pero eso no quiere decir que no tengamos sentimientos.

Por eso hace unos días participé en un evento en el que hubo dos detalles que me gustaron especialmente. El primero fue que toda una consejera se acordó precisamente de esto, del esfuerzo y el trabajo que hay detrás para que una gala resulte perfecta. Dijo exactamente que parece que cuando las cosas salen bien es porque tienen que salir así, y no nos acordamos de lo mucho que habrá trabajado alguien estos últimos días. Así que, antes de comenzar su discurso de clausura, pidió un aplauso para todo ese trabajo que no se ve pero está ahí. Así que por la parte que me toca, gracias.

Se puede decir que esto es sentirse valorado, pero yo lo tenía un poco olvidado, por desgracia.

Y el otro detalle está muy relacionado con otro post en el que hablé de la importancia del equipo, en todos los aspectos de la vida, incluido el ámbito laboral. Cuando mis compañeros fueron hacerse una foto todos juntos del grupo de trabajadores, me vinieron a buscar porque yo en ese momento estaba trabajando en otro lugar apartado. Puede que ahora estés pensando que es una bobada, pero me hizo especial ilusión, porque os aseguro que en otras ocasiones esto no ha sido lo normal.

En otro sitio donde trabajé también organizábamos una jornada en la que se exponían trabajos por departamentos y nadie, en el momento de agradecer a quienes les habían ayudado a realizar su ponencia, absolutamente nadie se acordaba de "la chica de comunicación", de quien les había facilitado algún dato, de quien había encendido el ordenador y el proyector para su exposición, ni de quien le estaba haciendo las fotos con la cámara delante de ellos en ese mismo momento.

Y eso cuando llevas unos días con mucho estrés, te hace ir a casa completamente decepcionado. Porque como dije al principio, no perteneceremos a ningún grupo en particular y quizás pienses que sólo se trata de trabajo, pero tenemos sentimientos...aunque sean laborales.




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