Este desbarajuste de fechas, cenas, familia, brindis y regalos me ha llevado a que estemos a día 10 y ni siquiera os haya podido felicitar el año. Muy mal. En mi defensa diré que, como estos primeros días de enero seguía vigente el post de la magia de los Reyes, me dije que podía esperar al siguiente fin de semana que volvía todo a la normalidad.
Yo oí ruidos en el salón, como cuando era niña, y no me quise levantar para que no se marcharan con mis regalos, que como siempre, han sido muchos. Mi abuela, a quien debo en parte mi nombre, nació el día de Reyes, por lo que se llama Baltasara. Cuando al levantarnos en su casa cada 6 de enero, el salón estaba repleto de paquetes, ella siempre decía que teníamos enchufe con Baltasar, por eso siempre ha sido mi Rey. Y vaya que si el enchufe continúa, ¡en mi casa había muchas sorpresas! No cambio este día por nada. En mi memoria siguen intactos muchos recuerdos de mi infancia, que me asaltaron cuando felicité a mi abuela por teléfono por su 92 cumpleaños. Lo que más me alegra, además de poder seguir felicitándola, es mantener esa ilusión de cría. No me olvido de agradecer a mi paje que siempre hace este día tan especial y a todos aquellos que continúan creando la magia de estos días.
Como cada fin de año, leí por las redes sociales muchos balances. A mí no me gusta mucho hacerlo, aunque este año ha sido diferente, raro, pero también bueno, por qué no. He tenido un poco de todo, bodas, muy buenos viajes, vacaciones, el fin de una etapa, emprender nuevos proyectos...En verano me dijeron que "muchas veces que las cosas no salgan como esperamos, es lo mejor que nos puede pasar". Y es verdad. Por eso, yo hace tiempo que no hago los buenos propósitos de año nuevo. Dejo de la vida me sorprenda, poque he comprobado que en un minuto todo vuela por los aires y te da la vuelta a tus planes.
Aunque también está bien poner nuestro granito de arena para acercarnos a aquello que queramos conseguir. Porque creo que la actitud es muy importante. Por eso, brindo no sólo por que tengáis un buen año, sino por que lo afrontéis con una sonrisa, que no dejéis de sonreir, de disfrutar, de vivir.
¡¡Feliz Año!! y enhorabuena por seguir manteniendo el contacto con la magia de la infancia (yo lo entiendo como el/la niñ@ interior), la apertura a la vida y decirlo con una sonrisa.
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme y por tu comentario!
EliminarBuenas!! Me ha encantado tu post y tu blog ;)
ResponderEliminarYo tampoco me hago lista de propósitos de años nuevo, no porque me fastidie no poderlos conseguir todos, sino por lo que tu dices... la vida puede cambiar en pocos segundos (tengo un post en mi blog de esto). Por esta razón si que hago lo posible para conseguirlos, pero tampoco tengo esa obsesión que tiene alguna gente.
Espero poder leer otra entrada tuya!!
¡Nos leemos!
Gracias por leerme, nos veremos en otro post seguro. Gracias por comentar
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