Que el tiempo vuela no hace falta descubrirlo ahora, porque estamos en marzo y parece que ayer tomábamos las uvas.
Con el cambio de hora he pensado en el tiempo, en cómo una hora arriba o abajo puede dislocarte el día, la luz, tus hábitos y cómo va encaminado hacia una nueva estación. Dicen que cuando te haces mayor es cuando sientes que el tiempo pasa deprisa porque cuando eres pequeño no notas este ritmo tan rápido.
La gente dice que te das cuentas del paso del tiempo cuando tus hijos cumplen años y te van haciendo mayor o cuando -como la vida es ciclíca- vuelves al mismo punto que el año anterior y te das cuenta de que ya pasaron 12 meses.O encuentras al fondo del cajón una foto olvidada y ves cuánto tiempo ha pasado, de repente oyes una canción de tu época y caes en la cuenta de que es de hace 20 años. Entonces, un escalofrío recorre tu cuerpo.
Pero también es cierto que el tiempo es relativo, no pasa igual siempre ni para todos igual. No es lo mismo 9 meses para una madre que para su hijo pequeño que no entiende cuándo nacerá su hermanito. No es lo mismo un año de Erasmus que un año en la cárcel, ni una semana de crucero que una semana en patera. No es lo mismo un día de trabajo que un día de vacaciones, ni un minuto hablando en la radio que uno esperando a que el microondas caliente la leche.
Los jóvenes dicen que sus clases de colegio pasan lento mientras que cuando salen con amigos el tiempo vuela. Cuando apagas el despertador para esos apetecibles "5 minutos más", te quedas dormido y llegas tarde y sin embargo, mira fijamente el reloj durante 5 minutos y dime si se te hace largo. A veces tienes marcada una fecha en el calendario para un evento especial y te parece que no llega el momento y otras veces que el tiempo ha volado y ya estás con los preparativos.
Nuestro refranero es muy rico con esto del tiempo: "Tiempo pasado, jamás tornado"; "El tiempo es oro"; "El tiempo todo lo cura y todo lo muda"; "no pasa nada, pero pasa el tiempo"; "el tiempo no pasa en balde"; "El tiempo vuela como el viento" y un sinfin de ellos más que al final nos vienen a decir que aproveches el momento, que la vida pasa y el tan manido consejo de carpe diem o como dice la cabecera de mi blog: ama, sueña, sonríe, vive...¡disfruta!
domingo, 26 de marzo de 2017
viernes, 17 de marzo de 2017
Orgullo
Que tu ciudad sea noticia siempre es una buena noticia, valga la redundancia. Sobre todo cuando es por una cosa buena claro. Cuando los ojos de España se posan por un día en una ciudad como Valladolid -que no es Madrid ni Barcelona- te sientes importante. Ver pisar la alfombra roja a personas conocidas de la talla de Mireia Belmonte, Roberto Carlos, Vicente del Bosque, Saúl Cravioto, Lydia Valentín o Alhambra Nievas no deja de sorprenderte.
Por formación profesional, cuando veo un gran evento, con tantas personalidades invitadas y tanta organización, no puedo dejar de sentir admiración por ese trabajo. Me pasa con grandes acontecimientos, pienso en la cantidad de gente que estará en ese momento en la ciudad, o con su pensamiento en ella, y siento una punzada de orgullo.
Eso me pasó la semana pasada con la Gala Nacional del Deporte que se celebró en el Teatro Calderón. Pero cuando además, sabes el trabajo que hay detrás para organizar un acto de esa magnitud, conoces a la gente con nombre y apellido, ves que sale muy bien, la gente está contenta, la ciudad está volcada, todo son enhorabuenas... la satisfacción es doble.
Y entonces te reafirmas en que el esfuerzo tiene su recompensa y que los acontecimientos importantes son los que sitúan a Valladolid en el mapa. 12 horas siendo tendencia nacional, con 21,6 millones de impactos en Twitter y 15 millones de personas alcanzadas puede ser una de las gratificaciones medibles. Pensar que tu ciudad se convierte en un día en el centro del mundo del deporte y es capital del reino como hace 500 años en la época de Carlos V, es otro premio. Sentir que has formado parte de eso, que esas personas han sido capaces de arreglar ese tinglado ... como dice el anuncio, "no tiene precio".
Ya lo dije en este post, que me viene como anillo al dedo y me voy a plagiar a mí misma el final. "Hagas lo que hagas, hazlo con pasión. Pero en cualquier meta, en todas las metas de la vida. Llega a tu objetivo. Disfruta el camino. Y cuando cruces la línea, compártelo. Tu familia, tus amigos, quienes están ahí al final del camino, se lo merecen también. Recuerda que estuvieron animándote cuando creías que no podías más, confiaron en ti, todos son parte de ese éxito.Celébralo, abrázales, emociónate, cree en ti y disfrútalo. Te lo mereces, campeón".
Por formación profesional, cuando veo un gran evento, con tantas personalidades invitadas y tanta organización, no puedo dejar de sentir admiración por ese trabajo. Me pasa con grandes acontecimientos, pienso en la cantidad de gente que estará en ese momento en la ciudad, o con su pensamiento en ella, y siento una punzada de orgullo.
Eso me pasó la semana pasada con la Gala Nacional del Deporte que se celebró en el Teatro Calderón. Pero cuando además, sabes el trabajo que hay detrás para organizar un acto de esa magnitud, conoces a la gente con nombre y apellido, ves que sale muy bien, la gente está contenta, la ciudad está volcada, todo son enhorabuenas... la satisfacción es doble.
Y entonces te reafirmas en que el esfuerzo tiene su recompensa y que los acontecimientos importantes son los que sitúan a Valladolid en el mapa. 12 horas siendo tendencia nacional, con 21,6 millones de impactos en Twitter y 15 millones de personas alcanzadas puede ser una de las gratificaciones medibles. Pensar que tu ciudad se convierte en un día en el centro del mundo del deporte y es capital del reino como hace 500 años en la época de Carlos V, es otro premio. Sentir que has formado parte de eso, que esas personas han sido capaces de arreglar ese tinglado ... como dice el anuncio, "no tiene precio".
Ya lo dije en este post, que me viene como anillo al dedo y me voy a plagiar a mí misma el final. "Hagas lo que hagas, hazlo con pasión. Pero en cualquier meta, en todas las metas de la vida. Llega a tu objetivo. Disfruta el camino. Y cuando cruces la línea, compártelo. Tu familia, tus amigos, quienes están ahí al final del camino, se lo merecen también. Recuerda que estuvieron animándote cuando creías que no podías más, confiaron en ti, todos son parte de ese éxito.Celébralo, abrázales, emociónate, cree en ti y disfrútalo. Te lo mereces, campeón".
Etiquetas:
admiración,
alfombra roja,
centro,
ciudad,
deporte,
esfuerzo,
noticia,
orgullo,
pasión,
personalidades,
premio,
recompensa,
trabajo,
Valladolid
Suscribirse a:
Entradas (Atom)