Adoro un atardecer, adoro a mi perro y adoro pasear con él. Mezclado todo esto en una coctelera le falta el lugar y para mí, ese sitio es un camino que hay en mi localidad, ahora sendero homologado y anteriormente, el recorrido que hacía el tren burra. Es una vía verde en el campo acondicionada por donde pasea mucha gente, algunos se animan a correr y otros muchos a entrenar en bici.
Yo he ido muchas veces por ahí a caminar, con amigos, en pareja, con mis cascos, pero siempre con mi perro. He paseado sobre todo con buen tiempo, días soleados y con calor, aunque también en invierno con niebla. He hecho maravillosas fotos -algunas enmarcadas en mi salón- con el sol poniéndose o simplemente enfocando a mi perro en medio del camino esperándome.
Ahora han colocado un cartel de que los perros no pueden ir sueltos y es una pena porque a él le encanta correr por ahí, investigar y hacer ejercicio que es lo que debe hacer. Y a mí me encanta verlo disfrutar.
La verdad es que a mí me ha fastidiado mucho porque es una nueva prohibición para los perros -que ya no entran en ningún parque ni establecimiento y van atados por las calles del pueblo- y porque no entiendo que los animales no puedan correr libres por el campo. Me gustaría que me explicaran qué ley lo prohíbe, porque entiendo que ese cartel nuevo responde a una normativa y no a las simples protestas vecinales, porque si es así, yo también protesto.
Protesto porque mi perro no puede hacerlo y sé que le encanta correr por allí y lo echa de menos estos días que no hemos ido. Protesto por él y por mí, porque caminar por ahí se convertía en mi momento de paz y tranquilidad.
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