jueves, 9 de enero de 2020

Descontrol

Ya 9 de enero y no me he pasado por aquí a desearos feliz año, como ya ha hecho todo el mundo. Es un mero formalismo, porque yo preferí desearos feliz vida en mi anterior post. Y al hilo de esto, vuelvo a repetir, como cada diciembre en mi blog, que no me gustan los balances que hace la gente del año que termina. Entiendo que si te ha pasado algo maravilloso en tu vida o algo horrible, lo destaques en ese caso, pero sino, la vida es así, con sus altos y sus bajos.

El cómputo final inclinará la balanza a un lado o al otro, pero en general, suele tener sus blancos, sus negros, normalmente sus grises, incluso momentos de colores.

Y muchísimo menos me gustan los própositos de año nuevo, la vida calculada y planificada a largo plazo. Si la vida es descontrol, si ya he repetido por aquí que todo cambia en un momento. Deja que la vida te sorprenda.

Creo que sólo es una excusa para buscar un día para empezar a mejorar o a cambiar aquello que nos gusta menos. Si se llama 1 de enero, bienvenido sea, pero perfectamente puede ser 10 de febrero o 3 de octubre.

Lo que me agobia mucho es esa planificación al detalle de todo el año, me crea ansiedad pensar que estrenamos libro en blanco donde escribir. Soy de la opinión que hay cosas que podremos anotar al margen, ¡pero hay tantas que ya están escritas de antemano!

Al final sólo es un día más...y ya veremos lo que nos depara la jornada, el mes, la temporada, el verano, el nuevo curso...así hasta el próximo diciembre que volveremos a hacer balance.


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